Expertos del Minint en Cuba explican incidente de tráfico de personas
Fiscalía cubana vela por garantías de imputados por trata de personas
Expertos confirman violaciones de lancha siniestrada en aguas de Cuba
El análisis de los expertos y las evidencias demuestran que el lamentable incidente, en el cual perdieron la vida varias personas incluida una menor de edad, no se debió a acciones invasivas ni agresivas sobre la embarcación infractora, señaló el coronel del Ministerio del Interior Víctor Álvarez.
En comparecencia televisiva, el segundo jefe del Órgano especializado de la Dirección de investigación criminal de ese cuerpo explicó el accidente, ocurrido en la zona de Bahía Honda, provincia de Artemisa (occidente), como resultado de una operación de tráfico de personas organizada desde el territorio norteamericano de Miami.
Precisó que quienes iban al frente de la embarcación, uno perdió la vida y otro se encuentra detenido, y detalló que la nave empleada para dicho propósito había sufrido transformaciones estructurales.
Fue diseñada para el paseo de seis personas, detalló, y al adaptarla para el traslado ilegal perdió características que le dan seguridad, además de que en ella viajaban en el momento del hundimiento 26 ciudadanos.
La oscuridad de la noche, las marejadas y la actuación al ser descubierta la lancha infractora por la unidad guardafrontera, determinaron el incidente.
De acuerdo con Álvarez, el navegante de la embarcación pirata, en lugar de detenerse dio potencia a sus motores y giró bruscamente a la derecha frente al otro navío, con la finalidad de evadir la identificación.
En ese momento se produjo un golpe, parecido al golpe de motor, el cual fue percibido por todos los viajeros, de acuerdo con los testimonios.
A pesar de ello, volvió a dar potencia a los motores, aun cuando las personas le pedían que bajara la velocidad, relató el oficial del Ministerio del Interior.
Las investigaciones periciales determinaron que a partir de ese instante la lancha infractora entró en un estado de ingobernabilidad, lo cual sentían los que estaban en ella y que, a la altura de 1,8 millas, provocó que girara bruscamente a la izquierda y se interpusiera en el tránsito de la embarcación de guardafronteras.
Los procedimientos que empleó la tripulación de la unidad de superficie cubana estuvieron determinados por la necesidad de evitar la colisión con la lancha que realizaba el tráfico de personas, aseguró Álvarez.
No hay ninguna otra evidencia de que la nave guardafronteras impactara a la lancha por otro lugar o la embistiera, como se ha tergiversado en varios medios de prensa.
No hubo acciones invasivas ni agresivas sobre la lacha infractora, enfatizó.
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