Según la Oficina para América Latina y el Caribe de la organización, con sede en esta capital, el acceso limitado a la tecnología, el apoyo insuficiente de las escuelas y el espacio físico para estudiar en casa son las principales dificultades que enfrentaron para aprender a distancia.
La soledad y las responsabilidades domésticas también interfirieron en la capacidad de las chicas para para concentrarse y seguir el ritmo de la educación desde el hogar, mientras los colegios estuvieron cerrados, precisó el estudio realizado en 14 países del mundo, entre ellos Ecuador, Brasil y Nicaragua.
Durante la pesquisa, las estudiantes citaron la falta de teléfonos móviles, de dinero para los datos y otros costos relacionados con el aprendizaje en línea como obstáculos frecuentes para el aprendizaje durante la pandemia, a lo que se suma no tener a nadie que les explicara in situ las lecciones o conceptos.
‘El futuro de las niñas y las mujeres jóvenes está en peligro. La pandemia ha aumentado las desigualdades existentes y corremos el riesgo de un verdadero revés para la igualdad de género’, aseguró la directora de Plan International para América Latina y el Caribe, Débora Cóbar.
Otra encuesta realizada el pasado año por esta agrupación, que promueve los derechos de la niñez y la adolescencia, reveló que el 19 por ciento de las niñas en el mundo creen que la Covid-19 las obligará a dejar temporalmente su educación, mientras el siete por ciento teme abandonar la escuela por completo.
Datos manejados por esta asociación mostraron que mil 500 millones de alumnos en casi toda Europa, África, América Latina y Asia sufrieron afectaciones, tras el cierre de los centros docentes durante el momento más crítico de la primera oleada de la pandemia en 2020.
Al respecto, la directora de Monitoreo, Evaluación, Investigación y Aprendizaje de Plan International, Jacqui Gallinetti, aseguró que esta enfermedad cambió la vida de todos en el último año, pero su impacto evidencia las desigualdades preexistentes entre ricos y pobres, jóvenes y mayores, hombres y mujeres.
‘El futuro de las niñas y jóvenes de muchos países está amenazado y las políticas gubernamentales deben reconocerlo, mientras salimos de la pandemia y nos adaptamos a una nueva normalidad’, acotó.
Por otra parte, el estudio develó que el 80 por ciento de las encuestadas experimentó episodios de ansiedad debido a la interrupción de las clases presenciales, el miedo al virus (SARS-CoV-2) y la necesidad de adaptarse a las medidas de confinamiento.
jcm/npg