Al recibir al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, el titular del gabinete insistió que las organizaciones interesadas deben coordinarse con el Estado libanés para resolver el dilema de los desplazados, particularmente el tema sirio.
Miqati indicó que tal problemática presiona la realidad nacional, en un momento en que Líbano carece de la capacidad financiera, de servicios y política para soportar las repercusiones de este expediente.
Durante el encuentro, el primer ministro destacó que la prioridad en esta etapa es devolver a los sirios a su país de origen después de la estabilidad en la nación vecina.
A través de un comunicado, el Alto Comisionado reiteró el aumento del apoyo humanitario para el pueblo libanés y todos los que viven en el territorio nacional y aseguró seguir movilizando recursos internacionales para el retorno seguro de los ciudadanos sirios a su país.
Grandi agradeció el respeto de Líbano por el regreso voluntario de los refugiados a sus ciudades en Siria e insistió en la continuidad de los trabajos con el gobierno de Damasco a fin de eliminar obstáculos y recuperar la confianza de las personas para tomar la decisión de volver.
De acuerdo con la oficina de Acnur en Beirut, la nación de los cedros enfrenta su peor crisis socioeconómica en décadas y alberga el mayor número de refugiados per cápita del mundo.
El gobierno estima 1,5 millones de refugiados sirios, de los cuales el 90 por ciento viven en la pobreza extrema con mayor presencia en la región de la Bekaa, al este de la capital libanesa.
A fines de octubre pasado inicio el proceso de retorno de los ciudadanos sirios desde suelo libanés a través de varias caravanas, luego de procesar archivos de seguridad con los nombres de quienes deseaban regresar.
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