La acción neutralizada estaba planificada para atemorizar a los ciudadanos en una calle concurrida de Shiraz, en el centro-sur de la geografía nacional y conocida por su historia literaria y sus numerosos jardines.
El 26 de octubre pasado ocurrió un mortal atentado terrorista en el santuario de Shah Cheraq, de Shiraz, cuando un criminal armado entró en el recinto religioso y disparó a ciegas a los fieles, con saldo de una decena de fallecidos y otros heridos.
El grupo terrorista Estado Islámico, Daesh, se atribuyó la responsabilidad del relatado ataque.
Esa misma noche las fuerzas de seguridad neutralizaron una bomba después de recibir un informe público sobre un paquete sospechoso en una de las carreteras principales de la mencionada urbe.
Tras un monitoreo cauteloso y una operación compleja, las fuerzas de Inteligencia del CGRI consiguieron detener a los autores de esa mencionada acción de sabotaje que incluía otros planes en las provincias de Isfahán (centro) y Fars (suroeste).
Los servicios de inteligencia locales determinaron que un ciudadano azerbaiyano era el autor intelectual del acto de violencia y el que disparó tenía nacionalidad tayika, un caso que implica también a ciudadanos afganos como coautores.
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