Así lo afirmaron en un comunicado conjunto Khalil Ibrahim Al-Thawadi, jefe de Asuntos Árabes y Seguridad Nacional de la organización panárabe, y Adam Abdel Mawla, coordinador Residente y Humanitario de Naciones Unidas para Somalia, con motivo de una reunión este viernes aquí sobre el tema.
Tras la peor sequía que golpeó Somalia en al menos 40 años, millones de personas se enfrentan a una posible hambruna, alertaron en el texto.
La crisis afectó a 7,8 millones de somalíes, casi la mitad de la población de ese país del cuerno africano, una situación agravada por la continuación del conflicto y los altos precios de los alimentos.
Resaltaron que cualquier fracaso en el enfrentamiento del problema tendrá consecuencias catastróficas para la paz y la seguridad social en ese país y la región.
Señalaron que 1,1 millones de personas viajan cada día kilómetros en busca de alimentos, agua y medios de subsistencia, entre ellas un gran número de madres sedientas con bebés a la espalda.
En los próximo seis meses 1,8 millones de niños somalíes menores de cinco años sufrirán desnutrición si no se adoptan medidas necesarias para salvarlos, subrayaron.
Como parte de la estrategia para enfrentar el problema, la Liga Árabe y la ONU organizarán una conferencia de alto nivel para llamar la atención sobre este desastre y movilizar apoyo.
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