La confirmación ocurrió luego de que los 15 condados del estado dieran el anuncio oficial, pero medios especializados entendieron el proceso como una feroz batalla entre las autoridades electorales, los candidatos conservadores y algunas juntas del condado.
De acuerdo con el diario The Hill, el Partido Republicano (también llamado GOP) aprovechó el mal funcionamiento de impresoras durante los comicios intermedios del pasado mes para lanzar acusaciones de privación de derechos de los votantes y trató de impugnar la decisión en las urnas.
En el día de las elecciones, en el condado de Maricopa los dispositivos de impresión de 70 de los 223 centros de votación utilizaron tinta demasiado clara, lo cual dificultó el trabajo de las máquinas de tabulación.
Sin embargo, las autoridades insistieron en que los afectados tenían múltiples opciones para emitir sus boletas, como esperar hasta la solución del problema, emitir una papeleta en otra instalación o depositarla en una urna separada, por lo cual remarcaron que ningún votante fue privado de sus derechos .
No obstante, algunas figuras del GOP y sus partidarios dijeron que los funcionarios mintieron y pidieron sin éxito a las juntas del condado que no certificaran sus campañas en los últimos días.
Por su parte, en pasadas semanas la excandidata a la gobernación de Arizona, la republicana Kari Lake, evitó admitir su derrota ante su contrincante, la demócrata Katie Hobbs, e indicó que reúne un equipo legal que recoge pruebas y datos relativos al proceso electoral.
El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021), quien en los sufragios de 2020 alimentó teorías de fraude que luego fueron descartadas por todas las evidencias, comentó, sin pruebas, que deliberadamente “le quitaron la elección” a Lake.
También hace pocos días el candidato conservador a fiscal general, Abe Hamadeh, presentó una demanda que refuta el veredicto de su carrera, en la que el rival del partido simbolizado en color azul, Kris Mayes, va en la delantera por un margen pequeño.
Como indica el periódico, es probable que la reunión de este lunes desencadene múltiples demandas encabezadas por el Partido Republicano, y las leyes del estado confieren cinco días para impugnar formalmente los resultados en los tribunales.
Las campañas de Lake y Hamadeh, así como de otros de las filas rojas, criticaron el papel de Hobbs (quien actualmente es secretaria de Estado de Arizona) al firmar los documentos de certificación en esta jornada y argumentaron que tenía un conflicto de intereses porque es la gobernadora electa.
Los litigios en Arizona incluyeron además que dos condados dirigidos por conservadores votaron para retrasar la certificación de los resultados electorales tras el 8 de noviembre.
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