Entre las entidades representadas en la cita estaban, según la fuente, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), la Unión General del Trabajo (UGL), la Confederación Italiana de Sindicatos de los Trabajadores (CISL) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL).
Además de Meloni participaron otros ministros como el de Economía Giancarlo Giorgetti, la de Trabajo Marina Calderone, el de Empresas Adolfo Urso, y el de Administración Pública Paolo Zangrillo, así como los subsecretarios de la Presidencia Alfredo Mantovano y Giovanbattista Fazzolari.
En declaraciones divulgadas en el sitio digital Enti locale online, el líder de la CGIL, Maurizio Landini, expresó tras concluir el contacto, el cual duró casi dos horas y media, que «las respuestas recibidas de la primera ministra Meloni confirmaron las profundas distancias”
Los sindicatos pidieron un recorte del 5,0 por ciento de la denominada cuña, que expresa la diferencia entre lo que los consumidores pagan y lo que reciben los productores luego de los impuestos, pero la única respuesta fue de que “evaluaremos los recursos” la cual, según manifestó, “deja clara la necesidad de continuar la movilización”.
Por su parte, Pierpaolo Bombardieri, máximo representante de UIL, declaró que “reiteramos el juicio negativo sobre la maniobra. No hubo respuesta sobre salarios y pensiones o sobre la cuña fiscal”.
“En cuanto a los comparativos temáticos que lanzarán los ministerios el próximo enero, el 16 sobre salud y seguridad y el 19 sobre pensiones, digo que con tablas no se paga ni se come”. agregó Bombardieri.
El presidente de UGL, Paolo Capone, consideró que la convocatoria de los sindicatos en el Palacio Chigi representó un importante paso adelante para conquistar “las reformas solicitadas por familias y empresas”.
La reunión, añadió, sentó “las bases de lo que puede y debe convertirse en un fructífero enfrentamiento con el Gobierno y en el parlamento, ya con el nuevo año y durante toda la legislatura”.
El 2 de diciembre último tuvo lugar en Italia una huelga general, que afectó sobre todo al transporte, la docencia y las instalaciones sanitarias, convocada por unos 14 gremios, en demanda de la introducción del salario mínimo y del cese del envío de armas a Ucrania, entre otros reclamos.
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