Se trata del cuarto ataque femicida en cuatro días. El responsable del último de esos crímenes resultó un policía del sistema carcelario, quien había sido antes desarmado por la justicia por denuncias de violencia doméstica.
A falta de su arma de reglamento el homicida propinó 23 puñaladas en el pecho a la víctima.
El domingo último hubo tres agresiones femicidas en las que murió una víctima y otras dos están en estado crítico; una con quemaduras graves y la otra con lesiones por apuñalamiento.
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