Más de 35 millones de individuos, incluidos seis millones 700 mil niños, no pueden satisfacer actualmente sus necesidades básicas de alimentación y nutrición, acorde con el último análisis de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La situación es particularmente preocupante en la región de la triple frontera Liptako-Gourma entre Burkina Faso, Malí y Níger, donde 25 mil 500 personas experimentarán hambre durante la temporada de carestía de junio a agosto del próximo año.
“La perspectiva de la seguridad alimentaria y nutricional para 2023 es extremadamente preocupante y esta debería ser la última llamada de atención para los gobiernos de la región y sus socios”, dijo Chris Nikoi, director regional del PMA para la Región de África occidental. Según el informe, a pesar de las buenas perspectivas de cosecha y las estimaciones favorables de la producción local de cereales, la inseguridad alimentaria y la malnutrición persisten y se están extendiendo desde el Sahel hacia los países costeros.
La crisis está impulsada, además de por los conflictos bélicos, por la inseguridad persistente, las crisis climáticas, los altos precios de los alimentos y las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19, acotó.
En Benín, Costa de Marfil, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Liberia, Sierra Leona y Togo, el análisis reveló un aumento del 20 por ciento en la inseguridad alimentaria en el último trimestre del año en comparación con el mismo período de 2021.
La vasta región del Sahel que se extiende de oeste a este a través del continente está “al borde de una catástrofe en toda regla”, según Robert Guei, Coordinador subregional de la FAO para África occidental.
En la mayoría de los países, la disponibilidad de alimentos disminuye y los precios de los fertilizantes aumentan, añadió el informe.
Las agencias de la ONU agregaron que la desnutrición aguda en niños menores de cinco años constituye una gran preocupación, particularmente en los países del Sahel y en Nigeria.
Las tasas superan el umbral de emergencia del 15 por ciento en algunas áreas de Senegal, Mauritania, el noreste de Nigeria y Níger.
El índice global de desnutrición aguda también sobrepasa el 10 por ciento en muchas zonas alrededor de la cuenca del lago Chad, que abarcan Níger, Nigeria y Chad, así como las áreas fronterizas entre Burkina Faso, Malí y Níger, agregó el análisis.
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