El sumo pontífice recibió este viernes en el aula Pablo VI del Vaticano a miembros del Movimiento Obrero Cristiano, en el marco de las celebraciones por el 50 aniversario de esa organización, a quienes pidió atender las demandas de los trabajadores.
“Las familias, las cooperativas, las empresas, las asociaciones son el tejido vivo de la sociedad. Darles espacio y voz significa liberar energías para que el bien común sea fruto del compromiso y la solidaridad entre todos”, manifestó el Obispo de Roma.
Destacó, además, la importancia de un mayor compromiso para “promover el trabajo de la mujer, e incentivar la entrada de los jóvenes al trabajo, con contratos dignos y sin pasar hambre”.
“La pandemia (de la Covid-19) y la guerra han oscurecido con pesimismo el clima social. Esto os llama a ser sembradores de esperanza. Empezando por ti mismo, por tu tejido asociativo: que tus puertas estén abiertas; que los jóvenes se sientan no sólo invitados, sino protagonistas, con su capacidad de imaginar una sociedad diferente”, manifestó Francisco.
Llamó a los líderes sindicales a preguntarse ¿cómo podemos ser fieles al servicio de los trabajadores hoy? ¿Cómo vivir el compromiso de conversión ecológica y de pacificación? ¿Cómo animar a la sociedad en los campos económico, político y laboral, contribuyendo al discernimiento con criterios de ecología integral y fraternidad?
“Os exhorto a mantener la mente y el corazón abiertos a los trabajadores, especialmente a los pobres e indefensos; dar voz a los sin voz; no preocuparos tanto por vuestros miembros, sino ser levadura en el tejido social del país, levadura de justicia y solidaridad”, agregó el Sumo Pontífice.
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