En la tarde del jueves una llamada avisó sobre un artefacto explosivo en una aeronave de Ethiopian Airlines, que transportaba militares para una misión de paz en la República Democrática del Congo.
El avión, un Boeing 787-8 había sido contratado por la Organización de Naciones Unidas para la última rotación de efectivos del Batallón Uruguay IV, desplegado en misión en esa nación africana.
Después de la evacuación de la aeronave y de una exhaustiva inspección, se determinó que se trató de una falsa alarma, por lo que el vuelo finalmente se concretó.
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