La empresa privada, que se benefició de la corrupción en Petróleos Mexicanos de aquella época, reveló que solicitó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) establecer un esquema de pagos para saldar una multimillonaria deuda de energía.
Ahmsa se encuentra en insolvencia económica, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que trataba de evitar la palabra quiebra para referirse a la problemática de esa empresa.
La entidad sacó a la luz sus saldos pendientes, además, con el Servicio de Administración Tributaria, Pemex, y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Su propietario -un empresario privilegiado por Peña Nieto-, Alonso Ancira, fue detenido en España en 2019 por corrupción y extraditado en febrero de 2021 a México por sobornos de Odebrecht y venta a Pemex de una planta obsoleta de fertilizantes Agronitrogenados con anuencia del exmandatario.
Eempezó a cubrir los daños millonarios y ahora se declaró en insolvencia.
López Obrador le negó amparo o rescate, como a todas las empresas corruptas, aunque en apoyo a miles de trabajadores no le exigió pago inmediato de adeudos a las instancias federales como sí hizo en otros casos.
Ahmsa tiene una deuda de 154,87 millones de pesos (casi ocho millones de dólares) por el servicio de luz y pidió a la CFE una prórroga para dejar de pagar por un semestre pues no terminó de reponer el dinero estafado con la vieja fábrica.
Sin embargo, el gobierno no puede cerrarla porque aporta un 8 por ciento de la economía del estado de Coahuila, y genera 17 mil empleos directos y varios miles indirectos.
Ancira tiene adeudos muy grandes con diversas dependencias de la administración federal, aunque el Poder Judicial le favoreció con la aceptación de una demanda de daños y perjuicios por 700 millones de dólares por cancelación de contratos de suministro de carbón para la CFE.
La gran pregunta que se hacen quienes siguen de cerca el tema es cómo, ante abrumadoras evidencias de corrupción del expresidente Peña Nieto en los hechos, el exmandatario continúa libre, sin afectación de su fortuna, y vive tranquilo en España.
La acusación contra él consta en la orden de aprehensión contra Luis Videgaray, un cercano colaborador que primero se desempeñó como su secretario de Hacienda y después tomó la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Igualmente está presente en el proceso judicial contra el exdirector de Pemex Emilio Lozoya, por lo cual los críticos del gobierno aseguran que la trama Odebrecht quedó hasta ahora impune.
En esos círculos consideran que la Fiscalía General de la República no dictó ni una sola sentencia ni logró descubrir más sobornos de los originalmente confesados, o si los pagos ilegales llegaron a los bolsillos de otros funcionarios y políticos.
“Odebrecht no es la historia de un director corrupto que aceptó un soborno, es la historia de un aparato corrupto donde interactúan poderes políticos y económicos al margen de la legalidad”, consideró el maestro de la Escuela Libre de Derecho, Daniel Torres.
El abogado lamenta que la Fiscalía trazó la acusación como un caso “insular de corrupción” centrado solamente en Lozoya, cuando las pruebas apuntan a que mucha más gente del más alto nivel estuvo involucrada.
Este analista señala que una red de investigaciones formada por medios en nueve países latinoamericanos revela fallas y omisiones de autoridades y las medias verdades de Odebrecht.
Remite a la serie Viaje al centro de Odebrecht, en la que se comprueba cómo México avanza más lento que otras naciones para encontrar culpables, castigar sus conductas y reparar el daño.
gas/lma
