Al concluir la sexta semana de vacío de poder, el Partido Socialista Progresista reiteró que solo el camino del entendimiento será capaz de abrir una brecha en el muro cerrado para detener el enfoque destructivo en la nación.
El jefe del bloque Encuentro Democrático, Taymour Jumblatt, dio la bienvenida a la convocatoria de Berri e insistió en la necesidad de nombrar a un mandatario que pueda implementar la Constitución y las reformas, a fin de aliviar la carga del ciudadano debido a la inestabilidad económica, social y hospitalaria.
Sobre la urgencia del diálogo, el diputado puntualizó que no hay escapatoria a un acuerdo entre las fuerzas políticas, después de llegar al callejón sin salida y al estado de estancamiento y obstrucción de las elecciones presidenciales.
En esta línea de pensamiento, el secretario del bloque Nacional de Moderación, Hadi Hobeish, subrayó que Líbano ya no puede tolerar disputas políticas y la única solución para salvar a la nación es la vía del entendimiento.
Hobeish llamó a los bloques políticos a elevar sus propios intereses a cambio del interés del país y sus instituciones; y en ese sentido, pidió continuar el camino del líder del legislativo Berri.
A propósito del escenario electoral, el representante Hani Qubeissi consideró que la mayoría de los políticos en Líbano no buscan la unidad interna, sino el lenguaje sectario.
El representante del movimiento chiita Amal añadió que en la nación algunos están acostumbrados a sembrar diferencias, discordia, segregación y división, al servicio de las decisiones externas.
Por su parte, el secretario general adjunto de Hizbulah, Sheikh Naim Qassem, expresó que la Resistencia islámica otorga prioridad en la presente etapa a la designación lo antes posible del presidente de la República y a atender las necesidades y requerimientos de las personas.
Naim Qassem puntualizó que el nuevo jefe de Estado debe poseer tres características básicas: patrocinar un plan de rescate económico financiero, capacidad de comunicarse y cooperar con todas las partes y no ser provocador, sino trabajar con calma para abordar temas controvertidos del país.
En este contexto, el bloque parlamentario Baalbek-Hermel condenó la intervención de Estados Unidos en la vida política y económica de Líbano, al obstruir los asuntos presidenciales y gubernamentales.
Mediante una declaración, los diputados indicaron que la administración norteamericana reflexiona sobre la injerencia en la arena libanesa, a través de su embajada y aliados, acompañada del bloqueo financiero y las sanciones.
Desde el pasado 29 de septiembre, Líbano intenta nombrar al presidente número 14 después de la independencia; sin embargo, ningún candidato de la comunidad cristiana maronita ha recibido la mayoría de 65 votos requeridos tras el fracaso en nueve sesiones parlamentarias.
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