El gobernante fustigó la declaración del estado de excepción y suspensión de garantías constitucionales, así como lanzar a las calles al Ejército y a la Policía para reprimir a quienes reclaman la restitución del depuesto Castillo.
Recordó que México ya fijó su posición política al respecto mediante un documento conjunto con Colombia, Argentina y Bolivia, en el que exigen respetar el voto ciudadano, la democracia, no reprimir al pueblo y garantizar las libertades.
En este caso, expresó, suspendieron las garantías constitucionales y establecieron en los hechos un estado de sitio con soldados y policías, para impedir mediante la fuerza que la gente siga manifestándose en contra del golpe y la forma en que actuó el congreso, pero eso casi no lo informa la prensa conservadora.
Sería bueno que la gente sepa lo que sucede en Perú, la declaración del estado de excepción leída por el secretario de Defensa del Perú que es brutal, no hay derecho a que se reúnan, pueden sin orden judicial entrar a cualquier vivienda, ni hay garantías de respeto a los derechos humanos, señaló.
Criticó muy fuertemente la visita de la embajadora de Estados Unidos al Palacio de Gobierno, «un acto de prepotencia y falta de respeto» y mostró la foto de la diplomática entrando a la sede del Gobierno.
López Obrador reiteró que esas actitudes de Estados Unidos vienen desde tiempo atrás y si no las cambian no va a haber nunca armonía en toda América.
Se preguntó dónde está la solución pacífica de las controversias, y se respondió «que eso lo sabe el señor Antony Blinken, secretario del Departamento de Estado, porque así lo han hecho siempre en toda la región, aunque antes era peor, pues había dos presidentes, el embajador estadounidense y el del Palacio».
Pero ya esas cosas no pueden seguir y tendrán que entenderlo y tienen que cambiar, afirmó.
Informó que los mexicanos varados en Perú no están abandonados y esperan la apertura de aeropuertos para traer de regreso a los ciudadanos que quieran, en particular a los turistas que el golpe de Estado y las medidas de excepción sorprendieron en Perú.
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