Tamar, quien trabaja para ese medio de prensa, fue ultimado por individuos que viajaban en motocicleta a pocos metros de su residencia privada.
Según el informe judicial, el presentador del programa radial Compas Culturel recibió varios impactos de bala y murió instantáneamente.
Con su muerte se eleva a ocho la cifra de periodistas asesinados este año por la acción de pandillas armadas y la Policía.
Una de las víctimas más recientes, el periodista Romelson Vilsaint murió luego que los agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden dispersaran una protesta en la comisaría de Delmas 33, mientras que Fritz Dorilas fue acribillado a balazos no lejos de su casa en Tabarre.
A la lista se suma Tess Garry, cuyo cuerpo fue hallado mutilado en Les Cayes (sur) tras una semana desaparecido, además de cuatro reporteros asesinados y sus cadáveres quemados en las comunas de Laboule y Cité Soleil en enero y septiembre, respectivamente.
La semana pasada la organización Reporteros sin Fronteras denunció que casi la mitad de los periodistas muertos en 2022 fueron asesinados en América Latina y Haití se sitúa en el segundo puesto en la región solo superado por México.
Por su parte, la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos lamentó a mediados de noviembre que 19 periodistas fueron asesinados o resultaron heridos en un contexto de inseguridad generalizada donde los comunicadores son víctimas recurrentes.
La plataforma criticó que los reporteros son blanco tanto de las pandillas como de la Policía, e incluso algunos sufrieron lesiones por el impacto de munición real o balas de goma.
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