La liberación tuvo lugar en una zona rural del departamento de Arauca (noreste) y fue facilitada por la misión la cual estaba integrada por la CICR, la Defensoría del Pueblo y la Iglesia católica.
«En el contexto de los conflictos armados, los niños, niñas y adolescentes son particularmente vulnerables, por eso reconocemos la importancia de este gesto humanitario que hará posible que estos adolescentes retornen a sus familias», expresó Julia Oliveira, jefa de la oficina del CICR en Saravena.
Agradeció a las partes implicadas por confiar en la labor neutral, imparcial e independiente.
De acuerdo con un comunicado del Comité, esta liberación se suma a la desarrollada el pasado 8 de diciembre, en la que el CICR recibió a otros dos adolescentes que se encontraban en poder del mismo grupo armado.
«El diálogo confidencial que sostenemos con los portadores de armas y el acceso que nos permiten a las zonas más afectadas por los conflictos armados, posibilita el buen desarrollo de este tipo de operaciones, en donde nuestro único interés es ayudar a aliviar el sufrimiento”, agregó Oliveira.
El CICR recordó a todas las partes en conflicto que deben respetar el derecho internacional humanitario, especialmente la protección que confiere a niños, niñas y adolescentes.
Agradeció a los periodistas y medios de comunicación por proteger la identidad de los menores de edad entregados a sus familias.
Ayer, el ELN, que mantiene una mesa de conversaciones con el gobierno de Gustavo Petro, anunció un cese el fuego unilateral en virtud de su compromiso con la búsqueda de la paz en Colombia.
Asimismo, hoy dio por terminado un paro armado en el departamento de Chocó y algunas zonas del Valle del Cauca, medida que se había hecho efectiva desde el 15 de diciembre.
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