Durante el tradicional sermón del viernes, el representante de la Resistencia islámica libanesa enfatizó la necesidad de tomar medidas prácticas y abandonar posiciones verbales que obstáculizan los intereses del país y la preservación de la soberanía e independencia.
El miembro de Hizbulah indicó que el diálogo constituye el único camino para romper el estancamiento político y avanzar en el nombramiento del próximo presidente de la República Libanesa, luego de 10 sesiones fracasadas en el Parlamento unicameral.
Sobre la prolongación del vacío de poder, Ali Damoush responsabilizó a Estados Unidos y sus aliados en la región de obstruir las elecciones con su insistencia en un candidato confrontacional y en rechazo al entendimiento.
Al abordar el escenario económico, el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Hizbulah culpó al Banco Central del país y a Estados Unidos por el empeoramiento de las condiciones de vida y el nuevo deterioro de la moneda nacional frente al dólar.
Rechazó los intentos de culpar a Hizbulah del estancamiento político y, en consecuencia, aseguró que la causa del deterioro responde al bloqueo de Washington y sus presiones para impedir las donaciones de combustible de Irán, la posibilidad de obtener electricidad de Jordania y gas de Egipto; así como cooperar con China y Rusia.
Líbano camina hacia la conclusión del 2022 sin transformar un escenario económico, político y social con cuatro de cada cinco ciudadanos en la pobreza, sin presidente de la República y bajo un Gobierno interino.
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