Makaya en la lengua kikongo de la civilización bantú africana significa hojas, y durante la estación las casas y los lugares sagrados se limpian con ellas, mientras las familias haitianas, particularmente de origen campesino, se dan un baño para expiar los espíritus negativos y atraer las energías positivas.
El primer domingo de enero o el 6 de enero de cada año se realiza una gran celebración para cerrar el periodo.
La festividad tiene lugar en el Lakou Badjo que designa un espacio común de varias casas vecinas en el que residen los miembros de una misma familia, agrupados en torno a la residencia del patriarca.
Allí celebran con danzas, ofrendas, oraciones, ritos de iniciación, conjuros y baños purificadores de hojas el fin de la temporada.
Los sacerdotes del vudú también utilizan la estación para bendecir simbólicamente las hojas que se emplearán en el tratamiento de las enfermedades, alejar a los malos espíritus y purgar los materiales y espacios sagrados.
Además, en Haití, Makaya también fue conocido por ser un esclavo proveniente del Congo que fue reclutado por Mackandal para organizar la resistencia en el sur del país durante la colonización francesa.
Mackandal, un cimarrón que encabezó varias rebeliones en el noroeste de Haití, le transmitió todos sus conocimientos sobre plantas y hojas, utilizadas en la lucha contra las enfermedades, pero también para combatir a los colonizadores.
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