El alto funcionario, enfatizó que cualquier irreverencia contra los lugares sacros de Palestina, es un ejemplo de violación de las normas internacionales y un insulto a los valores y santidades de los islamistas del planeta.
Jerusalén (Al-Quds) unificada es la capital permanente y eterna de Palestina, la liberación de ambas es la principal prioridad del mundo islámico, señaló y sentenció, quien atente contra ellas se enfrentará a la reacción de las naciones musulmanas.
Instó a las organizaciones internacionales a cumplir con su deber legal y detener los brutales actos y agresiones del régimen israelí contra el pueblo palestino y lugares santos.
Conocido por sus posiciones racistas y antiárabes, Ben Gvir desató la ira de los palestinos al recorrer junto a algunos colonos ultranacionalistas ese sitio sagrado de los musulmanes, en la ciudad vieja, en la parte oriental de la metrópoli, ocupada por el ejército de Israel durante la guerra de 1967.
La Asamblea de Ulemas Musulmanes, la Conferencia Árabe General y el Movimiento Amal, repudiaron el hecho y en esa misma línea se prounciaron varias naciones de la región y el mundo, por considerarlo una abierta provocación.
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