“No puedo dejar de reiterar mi pesar por las muertes de peruanos en los actos de protestas. Pido perdón por esta situación y por lo que se haya dejado de hacer para evitar estos acontecimientos trágicos”, dijo en un mensaje televisado.
La mandataria se pronunció cuatro días después de la peor jornada de la crisis, en la que se produjeron 17 muertes en la ciudad surandina de Juliaca, de la región de Puno.
Añadió sin embargo que “un estado democrático debe reconocer y garantizar el derecho a la protesta, pero de ninguna manera debe permitir que se haga abuso de este derecho” y culpó de las manifestaciones, que tienden a extenderse, a azuzadores extremistas.
Desestimó las demandas de que deje el cargo, como exigen amplios sectores, aunque sostuvo que quienes lo demandan son “un grupo minúsculo.
“No voy a renunciar. Mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está haciendo sangrar a la patria” manifestó Boluarte.
Añadio dejar allanado el camino a las nuevas elecciones que el Parlamento, donde la apoya la mayoría que hizo una férrea oposición a Castillo y pidió al Congreso apurar la segunda votación ratificatoria del adelanto electoral.
Afirmó que “los sectores extremistas piden en su plataforma política algunos puntos como el cierre del Congreso, pero no le dicen a ese pueblo que llevan a la marcha con engaños y mentiras que el presidente no puede cerrar el Parlamento sino se cumplen ciertas condiciones que en esta oportunidad no existen”.
La mandataria también rechazó las demandas de los manifestantes, de la convocatoria a un referendo sobre una asamblea constituyente y la de libertad para el expresidente Castillo, lo que no está en sus manos atender, según dijo.
También fustigó y culpó de las protestas a partidarios del expresidente encarcelado Pedro Castillo, de quien fue vicepresidenta hasta que este fue destituido por el Parlamento y encarcelado el 7 de septiembre pasado y culpó de los disturbios y las muertes a azuzadores que engañan al pueblo.
Boluarte pidió diálogo, lamentó que las autoridades regionales de Puno no hayan aceptado tratar con el Gobierno y ofreció perfeccionar los mecanismos de diálogo de todos los organismos, así como el monitoreo del cumplimiento de acuerdos.
Sugirió que puede estar retornando la época del terrorismo y sostuvo que “un tipo de armas de fuego y municiones habrían ingresado por el sur del país”.
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