Más allá de la disrupción de numerosas actividades cotidianas, la reducción en unos seis mil megaWatts (MW) de energía diarios (correspondientes a la llamada aquí Etapa 6 de deslastre de carga) prosigue afectando la industria nacional en todas sus facetas.
En efecto, la empresa nacional de electricidad, Eskom, sigue incapaz de satisfacer la demanda energética del país, principalmente a causa de obsolescencia tecnológica y grandes atrasos en los mantenimientos programados, todo lo cual redunda en carencias en la capacidad generadora.
Al respecto, según el ministro de Recursos Minerales y Energía de Sudáfrica, Gwede Mantashe, Eskom tiene 48 mil megaWatts (MW) conectados a la red, pero de momento la empresa puede solo dar, en el mejor de los casos, 26 mil MW.
Hay 22 mil MW que están inactivos, aunque no se encuentran en una situación que no pueda ser revertida, detalló Mantashe.
Al implantar la Etapa 6 el pasado jueves 12, la empresa reveló que 11 turbinas con una capacidad de algo más de cinco mil MW sufrieron averías inicios de la semana, lo que redujo aún más la generación.
Las unidades afectadas, acorde con un comunicado de Eskom, pertenecen –una en cada termoeléctrica- a las centrales de Camden, Duvha, Grootvlei, Hendrina, Kendal; mientras en cada una de las de Kriel, Majuba y Matla hay dos generadores fuera de servicio en cada planta.
Como noticia que analistas locales califican de esperanzadora, Mantashe aseguró que tomará de seis a 12 meses disponer de una capacidad generadora suficiente para reducir a un mínimo, incluso eliminar, los cortes diarios de electricidad.
Aunque se espera que a mediano y largo plazos la implementación del programa de energías renovables del gobierno complemente la capacidad de generación de Eskom, en lo inmediato se necesita que las centrales eléctricas tradicionales que queman carbón generen de manera óptima, argumentó el Ministro.
Sin embargo, la noticia de que el ente Regulador Nacional de Energía de Sudáfrica (Nersa) aprobó un aumento en el precio de la electricidad de un 18.65 por ciento para el periodo 2023/2024, que se hará efectivo el venidero 1 de abril, enfrió los ánimos de muchos.
Además, según la misma resolución, para el año fiscal 2024/2025 se estableció sobre la ya elevada subida de precios para el 2024, otro aumento del 12.74 por ciento.
Las reacciones por parte de la población, así como de empresas diversas y el sector industrial no se hizo esperar, y ninguna fue positiva. Los términos más usados para describir la medida fueron injusta e imposible de costear.
Ello, según empresarios, provocará un mayor costo de producción de sus productos, haciendo a la economía sudafricana menos competitiva internacionalmente.
Al respecto, Nhlanhla Gumede, miembro decisor de Nersa, explicó que teniendo en cuenta los apagones continuos actuales y el difícil entorno operativo que enfrenta Eskom, era obligatorio aprobar el aumento.
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