La primera ministra, Giorgia Meloni, señaló este lunes en un mensaje que “no nos rendimos a la mafia, victoria del Estado”, mientras que el presidente de la República, Sergio Mattarella, felicitó vía telefónica al general Teo Luzi, comandante del Cuerpo de Carabineros y al ministro del Interior, Matteo Piantedosi, por la detención de Messina.
El arresto tuvo lugar durante un amplio operativo realizado en la clínica La Maddalena de la citada urbe, capital de la región de Sicilia, donde con una falsa identidad el jefe mafioso fue operado de cáncer hace un año, y desde entonces recibía periódicos tratamientos de quimioterapia, señaló un portavoz de la fiscalía.
Apodado como el Diabolik, fue condenado en ausencia en 1993 a cadena perpetua, como culpable de más de cincuenta homicidios, incluidos los de niños y mujeres embarazadas, así como por asociación mafiosa, atentados, robos y tenencia de explosivos, entre otros delitos, pero a pesar de ser el criminal más buscado su captura tardó tres décadas .
En declaraciones divulgadas por el diario Corriere della Sera, el fiscal Paolo Guido, quien estuvo al frente de las investigaciones, junto al procurador general de Palermo, Maurizio de Lucía, indicó que este es “el resultado de un trabajo de coordinación difícil y complejo entre las fuerzas policiales, que hay que agradecer a todos».
Messina fue junto a Bernardo Provenzando y Totó Riici, muertos en 2016 y 2017 respectivamente, uno de los tres capos de la Cosa Nostra en una de sus épocas más sangrientas, cuando esa organización asesinó al general de carabineros Carlos Alberto dalla Chiesa, en 1982, así como diez años después a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, precisó la fuente.
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