Con ese peso el viejo continente se mantiene en el ojo de la tormenta desatada por la Covid-19, causada por el nuevo coronavirus SARS-Cov2, sentenció el especialista.
Cada día las cifras en Europa van en aumento, llegando casi al millón de personas infectadas y la muerte de más de 84 mil personas como consecuencia del virus.
Al respecto, Kluge advirtió que “la pandemia se detendrá cuando se implanten medidas comprobadas, que garanticen identificar, aislar y probar todos los casos sospechosos, poner en cuarentena y controlar la salud de todos los contactos cercanos; brindar atención a quienes lo necesitan; y garantizar el distanciamiento físico si es necesario”.
Sobre esa base resultan entonces un poco apresuradas las voces que defienden la flexibilización de las restricciones, y hasta el levantamiento de cuarentenas en lugares con focos de elevada trasmisión y marcada letalidad.
En tal sentido, Kluge pidió a los Gobiernos no confiarse ni bajar la guardia, además de insistir en la importancia de que estudien bien las medidas que van a llevar a cabo para comenzar a levantar las restricciones.
Tal es el caso de España, el país más afectado por la Covid-19 a nivel internacional, donde el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, hizo alusión este domingo a una posible flexibilización progresiva de las medidas y para ello pidió a las autoridades locales reforzar la atención primaria de salud.
Aunque por ahora se mantiene el confinamiento, el mandatario señaló que a partir del 27 de abril los menores de 12 años podrán disfrutar de algunos ratos al aire libre, al tiempo que algunos abogan por la práctica de deporte en solitario y la reapertura de algunos negocios.
En la vecina Francia la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció un desconfinamiento progresivo de la ciudad, marcado por el uso de máscaras y la aplicación masiva de test.
Por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, informó que el gobierno presentará en los días venideros la estrategia para la gestión de la segunda fase de la emergencia generada por la Covid-19.
Conte afirmó que trabajan en algunas propuestas de relajamiento de las medidas de contención de la epidemia, de modo que se pueda convivir con el virus en los próximos meses en condiciones de máxima seguridad.
Por el contrario, según los asesores científicos del gobierno, el Reino Unido aún no ha rebasado el pico de la epidemia, por lo que aconsejaron mantener por al menos otras tres semanas las medidas de distanciamiento social en vigor desde el 23 de marzo pasado.
El ministro del Gabinete conservador, Michael Gove, afirmó que todavía no hay información que demuestre seguridad para levantar las restricciones al movimiento de las personas, a las que solo se les permite salir de sus casas a hacer compras esenciales o ejercicios físicos una vez al día.
Por eso el responsable regional de la OMS advirtió que no hay victorias rápidas y que se entra en un periodo en el que se necesitará un ajuste de medidas, como la implementación de nuevas restricciones y monitorear constantemente la efectividad de estas acciones y respuesta del público.
“Esto requerirá perseverancia y paciencia, no hay una vía rápida a la normalidad”, aseguró Kluge.
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