El presidente Bukele, en contra de lo que piensa la mayoría de los salvadoreños, opinó recientemente, en ocasión del 31 aniversario de su firma, que los Acuerdos de Paz fueron una farsa y una negociación entre dos cúpulas, lo cual no tuvo en cuenta el momento histórico que vivía el país, según analistas.
Óscar Santamaría, uno de los firmantes del pacto de 1992 en Ciudad México, estima que desconocer ese tratado histórico hace que se vuelvan a cometer los mismos errores e invitó a las nuevas generaciones a conocer el proceso de paz.
Mientras no son pocas las discrepancias sobre el contenido de esos compromisos, la Comisión Pro Memoria Histórica pidió al gobierno retomarlos y ser leal a sus principios, y permitir el acceso a los archivos militares, aprobar una ley de justicia y reparación de víctimas que retome sus necesidades.
Estas, entre otras demandas, son puntuales en los últimos días, cuando fuerzas políticas del país, no omiten llamados a las autoridades a reconocer la importancia de lo firmado en México en las actuales condiciones del país y exigen el respeto y aplicación de lo acordado.
Al respecto, Vicente Cuchillas, miembro de Memoria Histórica, pidió al presidente Bukele volver “al camino” que trazaron los Acuerdos de Paz y no cometer los “errores de los gobiernos pasados”, al no ser leales a los principios de los Acuerdos y continuar negando el acceso a los archivos militares.
El activista criticó a los que tratan de invisibilizar el pacto y afirmó que lejos de rechazarse, debe reivindicarse y tenerse en cuenta como punto de partida para mejorar la situación del país.
Por otra parte, Mauricio Ernesto Vargas, uno de los que suscribió el acuerdo por el gobierno de la época, estimó que ese convenio que permitió el cese a las masacres de civiles, guerrilleros y militares, debe preservarse, conservarse y profundizar en los cambios necesarios en el país.
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