De acuerdo con el CICR, la liberación de tres soldados y un suboficial tuvo lugar en una zona rural del departamento de Cauca.
«Participamos en esta liberación, como intermediario neutral, por solicitud de las partes involucradas y con un fin estrictamente humanitario», expresó Kian Abbassian, jefe de la subdelegación del CICR en Cali.
Añadió que, en efecto, el derecho internacional humanitario contiene la obligación de proteger a las personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades, como las privadas de libertad.
«El CICR está dispuesto a facilitar otras operaciones que ayuden a mitigar las consecuencias humanitarias que persisten en Colombia», subrayó.
En una nota a la prensa, explicó que, tras constatar que los militares se encontraban en buenas condiciones de salud, el personal del CICR los trasladó a otra zona.
«Agradecemos a todos los portadores de armas por respetar nuestra labor humanitaria neutral», manifestó Abbassian.
Acotó que el acceso del CICR a las zonas más afectadas por los conflictos armados y la violencia es fundamental para poder ayudar, de manera imparcial e independiente a las personas que sufren por esta realidad.
En 2023 el CICR ha recibido a ocho personas que estaban en poder de grupos armados.
Las operaciones fueron posibles por el dialogo bilateral y confidencial que sostiene la institución con todos los actores armados, enfatizó.
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