Esta decisión, bautizada como “hoja de ruta hacia la nueva normalidad”, fue anunciada ayer por cinco ministros en cadena nacional de radio y televisión e incluye en su primera fase al comercio electrónico de ferreterías y otros establecimientos minoristas, talleres de mecánica y repuestos en general.
También el llamado “primer bloque” comprende servicios técnicos domésticos e industriales, la pesca y la acuicultura, pero en todos los casos bajo la premisa del estricto cumplimiento de los lineamientos divulgados el pasado domingo, que contemplan detalles de las medidas de salud obligatorias para empresarios, trabajadores y clientes.
Para un “segundo bloque” que entrará en funcionamiento próximamente, el Ministerio de Comercio e Industria (Mici), como parte de la comisión de alto nivel, señaló a la construcción de infraestructuras públicas, minería no metálica,la industria y lugares de culto, sociales y deportivos.
El tercer grupo lo componen comercio al por menor y al por mayor (no esencial), venta de autos, servicios profesionales y administrativos y construcción privada; en el siguiente ubicaron a hoteles, restaurantes y transporte aéreo.
En este último caso, la apertura de las fronteras terrestres está prevista para el 23 de mayo próximo, mientras que a partir de tal decisión la aerolínea nacional Copa anunció que “espera retomar sus operaciones” el próximo 1 de junio y cuyo alcance pronostica que sea una décima parte de la actividad antes de la pandemia.
Para el bloque cinco, el gobierno reservó el retorno a las aulas, activación del transporte no esencial, reapertura de áreas deportivas, bares, sitios de esparcimiento y entretenimiento. Al mismo tiempo advirtió que hasta tanto se encuentre una vacuna o tratamiento eficaz, mantendrá prohibición de fiestas populares, conciertos, discotecas y otros eventos de alta concentración humana.
Sobre la decisión oficial, el economista Miguel Ángel Ramos dijo a Prensa Latina que las autoridades parten de un optimismo cauteloso porque confían en que se puede volver a dinamizar la economía con el cumplimiento de protocolos sanitarios por parte de empresas y trabajadores.
No obstante, opinó, que “no reconocen los errores que han cometido, como tampoco comentan la gravedad y profundidad de la situación económica y los problemas sistémicos que enfrenta el actual modelo económico”, al referirse a que evalúan la crisis como una anomalía temporal para 2020 y esperan la recuperación en 2021.
A partir de este y otros razonamientos, el experto concluyó que la “estrategia es la crónica de un estrepitoso fracaso porque una cosa es imaginar el mejor de los mundos posibles y otra son las realidades crudas y frías. Esta estrategia tendrá que ser abandonada en virtud de que la epidemia no ha sido controlada”, sentenció.
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