El representante de la Resistencia libanesa reafirmó el compromiso de la fuerza islámica con facilitar los pasos prácticos para elegir al próximo jefe de Estado de la República, luego de 11 sesiones fracasadas en el Parlamento.
Qassem manifestó que en la unicameral legislatura de 128 diputados están presentes siete bloques; sin embargo, ninguno ha podido ser capaz de alcanzar el mínimo requerido (65 votos) para nombrar a un candidato.
En este sentido, el miembro de Hizbulah responsabilizó a todos los parlamentarios por las derrotas en las convocatorias y pidió dejar los insultos a un lado y tratar de realizar diálogos y acuerdos para evitar la prolongación por más tiempo de la vacancia de poder.
Insistió en que el presidente electo no debe cruzar las sectas con sus relaciones y la posibilidad de cooperación con todos los partidos políticos y fuerzas presentes, así como debe abrirse al mundo en beneficio de Líbano.
Aclaró que la nación requiere un mandatario de sólida visión política para iniciar planes de rescate y recuperación con el apoyo de economistas, financistas y expertos, lejos del proyecto de servicio estadounidense-israelí en la región.
El pasado jueves, el Parlamento libanés repitió el guion de las anteriores sesiones y volvió a fracasar en su intento de designar al nuevo jefe de Estado cuando ningún candidato de la comunidad cristiana maronita recibió el respaldo de la mayoría.
Bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales, Líbano enfrenta los obstáculos del cuarto vacío presidencial después de la independencia, en ausencia de consenso político y en medio del agravamiento de la peor crisis económica de su época moderna.
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