“Luego de cuatro semanas consecutivas de disminución de casos, podemos decir que estamos ingresando oficialmente a una desescalada de la sexta ola epidemiológica”, afirmó el titular.
Esa etapa comenzó el 5 de diciembre de 2022, impulsada por la presencia de las sub variantes de la cepa Ómicron – BQ.1 y BQ.1.1- del coronavirus SARS-VCoV-2, las cuales son de alto nivel de transmisibilidad.
Sin embargo, gracias a las medidas de bioseguridad aplicadas por la cartera de Salud y al plan masivo de vacunación, se mitigó el número de contagios.
Según los datos ministeriales, la sexta ola comenzó con mil 608 infectados en la semana epidemiológica 48 de 2022, luego pasó a seis mil 79, y registró picos de 13 mil 289 y de 16 mil 836, en las 50 y 51 del año pasado, respectivamente.
En la 52, la última del año 2022, la cifra de contagios empezó a declinar con 14 mil nueve positivos, luego pasó a ocho mil 878 en el inicio de 2023, y a siete mil 795 y a cuatro mil 959, consecutivamente.
Por regiones, la reducción de casos en la tercera semana epidemiológica del año en curso incluyó a los nueve departamentos.
En Santa Cruz bajó en 55 por ciento, en Beni en 84 puntos porcentuales; en Potosí en 69 unidades sobre 100, en Cochabamba en 35 por ciento; en Chuquisaca en 34 puntos de 100, en Tarija en 54 unidades porcentuales; en La Paz en 22 por ciento, en potosí en 28 puntos sobre 100 y en Oruro en 31 por ciento.
Otro indicador positivo es la tasa de letalidad, que se mantiene en 0,1 por ciento.
Auza explicó que el plan masivo de inmunización y la “intercambiabilidad o combinación de vacunas” permitió a la población incrementar en hasta 400 veces la “cantidad de anticuerpos neutralizantes” al coronavirus SARS-CoV-2.
“No solo hemos logrado inmunidad artificial, a través de las vacunas, sino también hemos tenido la inmunidad híbrida que involucra a aquellas personas que se han vacunado, pero después se han enfermado y han superado la enfermedad”, concluyó el ministro.
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