El director general de la OMS, Tedros Adhanom, explicó que desde principios de diciembre el número de decesos semanales fue en aumento.
“No cabe duda de que nos encontramos en una situación mucho mejor que hace un año, cuando la oleada de Ómicron estaba en su punto álgido y se notificaban a la OMS más de 70 mil muertes por semana», comentó.
Destacó la importancia de las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas para prevenir la gravedad, salvar vidas y descongestionar los sistemas de salud.
El directivo de la OMS lamentó que la respuesta mundial contra el virus sigue siendo deficiente, porque en demasiados países estas poderosas herramientas siguen sin llegar a las poblaciones que más las necesitan.
Instó a retomar la vigilancia y la secuenciación genética para dar seguimiento a las variantes conocidas y detectar otras nuevas.
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