A través de un comunicado, el ministerio libanés condenó el crimen que provocó hasta el momento 92 muertes y más de 200 heridos, según la información preliminar de las autoridades paquistaníes.
En este sentido, la diplomacia libanesa deseó pronta recuperación de los heridos y afirmó su total solidaridad con Pakistán en estas terribles circunstancias.
También desde Líbano, el movimiento Hizbulah rechazó enérgicamente el acto criminal cometido por la organización Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que tuvo lugar el lunes en el interior del templo, ubicado dentro de un complejo altamente fortificado que incluye el cuartel general de la policía de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa y las oficinas del Departamento Antiterrorista.
Ante la insistencia de estos grupos en cometer masacres en países musulmanes, la Resistencia islámica libanesa enfatizó en la necesidad de una estrecha cooperación entre los gobiernos de estas naciones para perseguir a los terroristas.
Según funcionarios de seguridad, el atacante suicida estaba en la primera fila durante la oración del Zuhr (por la tarde) cuando hizo estallar una bomba en ese santuario de la capital provincial, que reunió a alrededor de 400 fieles.
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