Si un país no tiene lo propio y depende de otros para defender su soberanía y dignidad, se hace débil y finalmente se convierte en la víctima de los imperialistas. Esta es la amarga lección que ha enseñado la historia, advierte un artículo publicado este martes.
De acuerdo con Rodong Sinmun, ningún país de este mundo desea vivir dominado y subyugado por otros; y la independencia no se logra solo por el deseo subjetivo o algún factor casual.
Sólo cuando una nación construya su economía y defensa partiendo de la posición de lograrlo todo con fuerzas propias, podrá consolidar su independencia y alcanzar la prosperidad y el desarrollo, agrega la nota.
El artículo apunto que la experiencia de la lucha revolucionaria coreana muestra cuán justo fue haber mantenido con firmeza la independencia política, construyendo la economía y consolidando el potencial defensivo en todo el curso de la formación del Estado.
En el futuro, el pueblo coreano mantendrá su principio de independencia y construirá sin falta en la tierra patria una potencia socialista en prosperidad, refleja el diario.
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