Según un reciente balance ofrecido por el subsecretario del Interior Manuel Monsalve, en estos momentos hay 283 focos activos en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, que se encuentran bajo el estado de catástrofe, así como en Los Lagos y Maule.
Las llamas destruyeron mil 81 viviendas y arrasaron más de 250 mil hectáreas, cifra solo superada por la temporada de 2017, cuando 517 mil fueron afectadas.
Argentina y España enviaron brigadistas y equipos a Chile para hacer frente a la catástrofe, en tanto otros países como Colombia, México, Ecuador, Brasil y Venezuela alistan la asistencia técnica y humanitaria.
De Argentina llegaron 64 brigadistas, un helicóptero, 15 camionetas con equipamiento forestal y materiales para combatir las llamas.
“La solidaridad latinoamericana es nuestra guía para fortalecernos. Estaremos siempre para acompañarlos y ayudarlos a superar momentos difíciles como este. Somos una región de pueblos hermanos”, escribió el presidente argentino, Alberto Fernández, en su cuenta de Twitter.
Mientras, la noche del domingo aterrizó en el aeropuerto Arturo Merino Benítez un Boeing A 33 con 50 miembros de la Unidad Militar de Emergencias de España, que cuentan con material de última tecnología, entre ellos drones especializados en la extinción del fuego.
De acuerdo con el subsecretario del Interior, hay dos mil 922 personas damnificadas, de las cuales mil 475 se encuentran en albergues.
Monsalve considera que la situación podría tornarse más compleja en los próximos días y aumentar los llamados “botones rojos”, sitios donde se combinan tres factores de riesgo: altas temperaturas, vientos y baja humedad.
El funcionario advirtió que el Gobierno va a perseguir penalmente a los responsables de iniciar incendios forestales y aplicará contra ellos la mayor severidad que permite la ley.
En estos momentos hay 10 detenidos por presunta implicación en los siniestros y, de ser hallados culpables, podrían enfrentar penas de entre cinco y 20 años de prisión.
El presidente chileno, Gabriel Boric, interrumpió sus vacaciones para comprobar in situ las labores de voluntarios, bomberos y autoridades en el enfrentamiento a este desastre.
npg/car