“Satisfecho y orgulloso” se mostró Francesco Vaia, director sanitario del Instituto de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spalanzani (INMI) de esta capital, en declaraciones a un programa del canal de televisión Raiuno.
El especialista indicó que si todo va bien, esta fase de experimentación concluirá antes de fin de año y añadió que “si somos buenos y rápidos” la vacuna estará lista para su comercialización en la próxima primavera.
Por su parte, Antonella Folgori, administradora delegada de ReiThera dijo en al diario Corriere della Sera que en la siguiente etapa participarán entre 500 y mil voluntarios, posiblemente en Italia, mientras que la otra debe ser en algún país con elevada incidencia de la epidemia, en dependencia de su evolución en el otoño.
Al anunciar con anterioridad el inicio de las pruebas en humanos, la Agencia Italiana de Medicamentos (Aifa) precisó que se efectuarán en el INMI y el Centro de Investigaciones Clínicas de Verona, con 90 voluntarios en dos grupos, uno con adultos de entre 18 y 55 años y otro formado por ancianos de entre 65 y 85.
Se trata de un estudio de fase I cuyo objetivo es evaluar la seguridad e inmunogenicidad de la vacuna respecto al coronavirus 2, responsable del síndrome respiratorio agudo grave SARS-CoV-2, capacidad ya comprobada en modelos animales, apuntó la Aifa.
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