“Los casos acumulados de dengue en Bolivia llegan a tres mil 437”, aseguró el vicetitular al canal estatal Bolivia Tv.
Terrazas advirtió que, de ese número de enfermos, dos mil 554 corresponden al departamento cruceño.
Indicó que Beni tiene 518, Tarija 150, La Paz 91, Pando 30, Chuquisaca 72 y Cochabamba 22.
Observó que la tasa de letalidad debido a la enfermedad en el país altiplánico es de 0,4 unidades porcentuales, indicador que está dentro del parámetro internacional.
Criticó Terrazas que la Gobernación cruceña incurrió en una marcada negligencia ante la irrupción del mal provocado por el mosquito Aedes aegypti como agente transmisor.
En este contexto, recordó, el Gobierno estableció lo que denominó escudos de defensa y desplegó en 160 barrios a más de cinco mil personas entre profesionales de la salud, efectivos de las Fuerzas Armadas y voluntarios civiles para controlar el brote.
Esta movilización incluyó la fumigación y la destrucción de los habitáculos del vector en más de 140 viviendas.
La enfermedad se transmite a través de la picadura del mosquito infectado y afecta a segmentos poblacionales de todas las edades.
Sus síntomas varían entre una fiebre leve a una incapacitante, acompañada de dolores intensos de cabeza, detrás de los ojos, en músculos, articulaciones y lo que los médicos denominan eritema o irritación cutánea.
El padecimiento tiene un comportamiento estacionario, correspondiente a los meses de más lluvia, cuando la acumulación de agua facilita la reproducción del mosquito, según descubrió a finales del siglo XIX el epidemiólogo cubano Carlos Juan Finlay, quien trataba de mitigar los efectos de la fiebre amarilla.
“La fumigación es una actividad de mitigación, pero lo principal que se debe realizar es la eliminación de criaderos con larvicidas y de estos potenciales lugares donde se puede desarrollar el mosquito”, reiteró el viceministro.
Terrazas reiteró que esa es una tarea fundamental que deben desarrollar todos los gobiernos territoriales.
jf/jpm