En la velada, que tuvo por sede el capitalino Teatro Balboa, el embajador de Managua en el país canalero, Marvin Ortega, resaltó la impronta del llamado príncipe de las letras castellanas, a quien catalogó como “símbolo de nuestra nacionalidad”.
En sus breves palabras, el diplomático evocó la frase del intelectual de talla universal, el escritor argentino Jorge Luis Borges, quien en el II Congreso Latinoamericano de Escritores, en México (1967) señaló que “Todo lo renovó Darío: la materia, el vocabulario, la métrica, la magia peculiar de ciertas palabras, la sensibilidad del poeta y de sus lectores”.
De acuerdo con Borges, “la labor de Darío no ha cesado y no cesará; quienes alguna vez lo combatimos, comprendemos hoy que lo continuamos. Lo podemos llamar el Libertador”.
En el concierto «Rubén Darío, Poeta de América», al cual asistieron representantes del cuerpo diplomático acreditado en Panamá y de organizaciones sociales, la prestigiosa agrupación musical panameña bajo la batuta del maestro Carlos Guevara, interpretó melodías locales y nicaragüenses.
Títulos como Llanto al Canajagua, Ensayo Típico Panameño o Valdivieso, fueron del agrado del público asistente a una función gratuita que también contó con la actuación del guitarrista y cantante Marvin Moreno.
El repertorio incluyó además obras antológicas nicaragüenses como Somos hijos del Maíz, Alforja campesina, Flor de mi colina y El Solar del Monimbó.
Esta presentación especial de la Orquesta de Cámara del istmo acompañó el IV Festival Internacional de las Artes Rubén Darío «Aquí nos Ilumina un Sol que no declina», realizado en Nicaragua.
Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (Metapa, 18 de enero de 1867-León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta, escritor, periodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en la lengua española.
Es quizá el autor que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispano.
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