Espero que el lanzamiento de la iniciativa de las Naciones Unidas Early Warnings for All (Alertas Tempranas para Todos, Ew4all) ante los crecientes riesgos climáticos estimule importantes debates, declaró la secretaria general de la entidad, Carla Barnett.
Al intervenir en primera presentación regional de un plan para garantizar que todos los habitantes del planeta estén protegidos por sistemas de alerta temprana de aquí a 2027, remarcó la importancia de los sistemas de alerta temprana ante el desafiante futuro.
El Caribe se ha visto impactado por el calentamiento global y, por lo tanto, no es sorprendente que nuestros jefes de Gobierno hayan liderado la puesta en marcha de este documento, expresó.
“Todos somos plenamente conscientes del revés que supone para el desarrollo de los pequeños Estados unas pocas horas de inclemencias meteorológicas”, añadió Barnett.
Por supuesto, esto se suma a los efectos climáticos de aparición lenta, como la subida del nivel del mar y la aceleración de los ciclos de sequía e inundaciones, subrayó.
La alerta temprana, señaló, requiere un amplio espectro de apoyo y “llegó el momento de replantearse la creación de capacidades”, advirtió la secretaria general.
Barbados acogió a líderes del Caribe para movilizar su apoyo a Ew4all y entre los asistentes se encontraron la primera ministra anfitriona, Mia Mottley, así como su homólogo de Santa Lucía, Philip Pierre.
Además, acudió a la cita la vicesecretaria general de las Naciones Unidas, Amina Mohammed, y la directora ejecutiva de la Agencia para la Gestión de Emergencias y Desastres en el Caribe (Cdema), Elizabeth Riley.
El secretario general de la ONU, António Guterres, anunció la iniciativa en la conferencia sobre cambio climático COP27 celebrada en Egipto en noviembre pasado.
Ew4all exige inversiones en conocimiento, observación y previsión del riesgo de catástrofes, preparación y respuesta, y comunicación de alertas tempranas, mientras da especial prioridad a las comunidades vulnerables.
En ella se esboza un financiamiento inicial por valor de tres mil 100 millones de dólares de aquí a 2027, lo que equivale a un coste de tan solo 50 centavos por persona al año.
La Organización Meteorológica Mundial y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres codirigen la aplicación del plan.
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