Según los cálculos, el gravamen tiene una participación de 300 mil millones de kwanzas (483 millones de dólares) en los ingresos tributarios y comienza a ganar espacio como el principal catalizador de las recaudaciones fiscales no petroleras, dijo el director de servicios del IVA, Wilson Donge, en entrevista concedida a la agencia angoleña de prensa (Angop).
A juicio del experto, el ejecutivo adoptó la medida más correcta al introducir el IVA con tasa fija del 14 por ciento, aunque luego se modificara, como parte del proceso de modernización del sistema tributario en el país.
Hasta el momento, indicó, el grado de cumplimiento de las obligaciones de declaración muestra un crecimiento positivo, y en base al número de contribuyentes inscritos en el régimen general, los pagos mensuales registran un promedio de 25 mil millones de kwanzas (cerca de 42 millones de dólares).
Durante este primer año de vigencia del IVA, la Administración General Tributaria (AGT) reembolsó ocho mil millones de kwanzas (más de 13 millones de dólares) a 20 empresas y siete misiones diplomáticas, en cumplimiento del Código del Impuesto al Valor Agregado (CIVA), anunció el reporte de Angop.
La introducción del IVA, consideró el experto, cambió la estructura tributaria para el consumo y el gasto, poniendo fin a la tributación monofásica del consumo debido a los numerosos problemas y riesgos asociados a ella, tales como la distorsión de la competencia, el incentivo a la informalidad, la facilidad para la evasión y el desestimulo a la inversión.
Debido a las actuales dificultades económica, precisó, el gobierno aplicó nuevos cambios en el sistema tributario mediante una segunda reforma al CIVA, con sustento en la Ley no. 31/20, de 11 de agosto; ello permitió restablecer cobros a determinadas importaciones, eliminar algunas excepciones y suprimir la simplicidad del impuesto, basada en una tasa única.
En estos momentos, apuntó, el CIVA cuenta con múltiples múltiples tarifas, lo que hace más compleja su administración, tanto para los contribuyentes como para la propia autoridad tributaria.
Tales medidas eran necesarias, porque “no es intención del Gobierno cobrar a las familias la tasa del 14 por ciento en los productos esenciales para su subsistencia”, argumentó.
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