“El decreto establece que las industrias que tengan accesibilidad al Sistema Interconectado Nacional (SIN) deben migrar hacia esta conexión, al igual que el resto de la población del país. Mientras las que estén fuera del área de operación, podrán seguir utilizando gas para su autogeneración de electricidad”, aseguró en entrevista al canal estatal Bolivia Tv.
El SIN cuenta con alimentación energética procedente de fuentes renovables.
Según el líder empresarial, el gas mantendrá la condición de subvencionado, pero existe el propósito de que llegue a más bolivianos con la disponibilidad aportada por las industrias que dejen de emplearlo en la generación eléctrica.
El país andino-amazónico sigue la tendencia mundial de avanzar en la transición energética para sustituir las fuentes fósiles por otras renovables y más amigables con la Madre Tierra.
“YPFB garantiza el suministro de gas para el sector industrial y asegura la estabilidad del precio, y no se restringen los volúmenes de gas para los procesos productivos industriales”, concluyó Dorgathen.
Fuentes de esta corporación reportaron que entre enero y noviembre de 2022 el consumo en el mercado interno alcanzó un promedio de 12,7 millones de metros cúbicos día.
Esa cifra permitió cubrir la demanda de los sectores de generación térmica para los sistemas eléctricos, residencial, comercial, de transporte vehicular, consumidores directos y otros.
Con este volumen promedio la empresa facturó alrededor de 170 millones de dólares.
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