Rodolfo Reyes se refirió una vez más a la investigación que encontró rastros en la osamenta y un molar de Neruda de la bacteria clostridium botulinum, causante de una enfermedad muy grave capaz de desencadenar el fallecimiento.
La incógnita está en conocer si ese agente tóxico se filtró desde la tierra a los restos del escritor, o ya lo tenía antes de su deceso porque una mano desconocida lo inoculó en su cuerpo, lo cual confirmaría la tesis de su asesinato.
Para despejar esta duda fue convocado un grupo de expertos internacionales, cuyo informe debió entregarse el 3 de febrero, pero se postergó en dos ocasiones, primero por razones técnicas y después por presuntos desacuerdos entre los especialistas.
“Es vergonzoso. Yo lo digo derechamente, me duele mucho, pero tenemos que seguir esperando”, declaró entonces Rodolfo Reyes a Prensa Latina.
El también abogado y querellante en el caso dijo a esta agencia estar convencido de la intención de terceros. “No hay dudas… médicos fantasmas, certificado de defunción inexistente, una gran cantidad de botulinum en su osamenta, contradicciones, todo apunta hacia allá”, agregó.
Para el próximo miércoles está anunciada por fin la entrega del informe de los expertos, sin embargo Reyes repitió hoy su hipótesis sobre la muerte del poeta e insistió en la intervención de terceros en esa trama.
Nacido el 12 de julio de 1904, Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, conocido como Pablo Neruda, fue miembro del comité central del Partido Comunista de Chile, senador de la república, precandidato a la presidencia y embajador en Francia.
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