El exsecretario de Seguridad del expresidente de México Felipe Calderón (2006-2012) es procesado por cinco cargos, el principal de ellos vínculos con el narcotráfico y lavado de dinero.
Pero tiene varios más pendientes con la justicia mexicana, entre otros malversación por 700 millones de dólares por lo que el gobierno pedirá su extradición a Washington.
Tras el testimonio de Pereyra, quien negó enriquecimiento ilícito y alegó que sus múltiples propiedades, casas de lujos, decenas de apartamento, yates, aviones, haciendas, pinturas y otras muchísimas obras, las adquirió a crédito, la defensa se declaró en descanso para presentar hoy los argumentos de cierre de esta etapa y dar paso al jurado.
Si este miércoles transcurre como lo planeado por César Castro, abogado de García Luna -quien finalmente rechazó comparecer como testigo propio-, esa instancia pueda deliberar y determinar si el exfuncionario es inocente o culpable de los cinco cargos que se le imputan, cuatro de ellos por narcotráfico.
Por su parte, la fiscalía también terminó su trabajo con testigos después de la comparecencia de Jesús El Rey Zambada y el agente de la Corte George Dietz, quienes fueron demoledores en la inculpación del ex hombre de confianza de Calderón, y mostraron evidencias de la cantidad de millones de dólares que recibió de manos del cartel de Sinaloa.
La decisión fiscal sorprendió mucho pues en un principio había declarado la cita de 88 testigos, y en realidad acudieron solamente unos cuantos, y de las ocho semanas planeadas para este primer paso del juicio, apenas durará ocho días o menos, lo que ha levantado suspicacias.
El punto flaco de las declaraciones de los testigos es que carecen de pruebas gráficas de los millones de dólares entregados a García Luna, más allá de las multimillonarias propiedades que posee y sus cuentas bancarias, que no se justifican con el salario de un funcionario ni su ausencia de riquezas antes de asumir sus cargos con los expresidentes Vicente Fox y Calderón.
Durante la audiencia de ayer presentaron fotografías de un Mustang y dos motocicletas Harley Davidson de García Luna, así como un comprobante de envío de valores de México a Florida, y de una de sus propiedades en el país con un gran acuario, pero no se sabe si serán aceptadas como prueba de enriquecimiento ilícito.
En el juicio en Nueva York por los cinco cargos no se incluyen los que emanan en su contra por parte del gobierno de México, y cuyo reclamación está planteada en un tribunal de La Florida.
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