Según informó el gobierno británico en un comunicado, el pacto provisional garantiza la continuidad de las exportaciones británicas de bienes y servicios hacia el país norteamericano, y apoyará a la industria automotriz, de alimentos y bebidas, las cuales emplean a más de medio millón de personas en el Reino Unido.
También evitará la imposición de tarifas por un monto de 55 millones de dólares a los productos que se comercien entre ambos países una vez que Londres abandone de forma definitiva la UE el 31 de diciembre próximo.
Se trata de un acuerdo fantástico para el Reino Unido que asegura el comercio trasatlántico con uno de nuestros aliados más cercanos, afirmó el primer ministro Boris Johnson, quien participó en la ceremonia oficial realizada por videoconferencia, junto a su contraparte canadiense, Justin Trudeau, y sus respectivos ministros de Comercio Internacional.
Tras abandonar la UE el 31 de enero pasado, el gobierno británico abrió negociaciones comerciales con Japón, Estados Unidos, Australia y varios países más, mientras trata de definir los términos de su futura relación comercial con el bloque europeo.
El tratado de libre comercio con Japón se selló en octubre pasado, mientras que según anunció esta semana la ministra británica de Comercio Internacional, Liz Truss, las tratativas con Washington se encuentran bastante avanzadas.
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