Según el sindicato Unite, que agrupa a los 180 manifestantes, los recientes incrementos en el costo de la energía dispararon las ganancias de la compañía en alrededor de 225 millones de euros en la primera mitad del actual año fiscal, frente a los 58 millones de euros en el período anterior.
Los líderes de la organización indicaron, asimismo, que el aumento del ocho por ciento está por debajo de la tasa inflacionaria, valorada entre 10 y 13 por ciento, y reiteraron su enfoque en los trabajos, salarios y condiciones de sus integrantes y el apoyo a los obreros.
La secretaria general, Sharon Graham, calificó la postura de Drax, encargada del suministro de hasta seis por ciento de las necesidades energéticas de la nación europea, como un “caso clásico de codicia” por una empresa que genera “beneficios deslumbrantes”.
Los miembros de Unite prevén la extensión de las protestas a los meses de marzo y abril, si no acontece un acuerdo favorable para ellos, mientras otros dos sindicatos de la central eléctrica, GMB y Prospect, declinaron su participación en las huelgas.
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