Durante más de dos horas, el Jefe de Estado conversó en la sede del Palacio Presidencial con una veintena de líderes eclesiásticos acerca de la presente coyuntura social y económica, en la que sobresalen la batalla contra el brote pandémico y el combate contra la corrupción y otras ilegalidades.
El gobernante remarcó en el encuentro la decisión del ejecutivo de mantener el diálogo abierto con todos los sectores de la sociedad civil en aras del bienestar de los angoleños y el desarrollo armónico de la nación.
Según opinó, la iglesia, como fuente de paz, justicia y sabiduría, puede aportar una valiosa contribución para superar los desafíos existentes.
La semana pasada Lourenço sostuvo un intercambio similar con líderes juveniles de diferentes afiliaciones políticas y directivos de entidades directamente vinculadas a ese segmento de la población, mayoritario en este territorio africano.
El foro sirvió para abordar diversas preocupaciones vinculadas a cuestiones como el ejercicio de las libertades y las garantías fundamentales de los ciudadanos, el empleo, los problemas medioambientales y el deterioro de las infraestructuras en el ámbito del deporte y la cultura artística, las futuras elecciones municipales, el uso de las redes sociales y las inversiones en salud.
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