En un país de fuerte y larga tradición de reuniones familiares, actividad comercial y celebraciones religiosas en torno a las festividades decembrinas, los medios y el público en general centran su atención en las disposiciones que adoptará el gobierno en ese sentido.
Para mañana está prevista una consulta del Ejecutivo nacional con las regiones, antes de una presentación del ministro de Salud en el parlamento y la emisión del nuevo decreto ley con la actualización de las medidas anti Covid-19 que entrarán en vigor el próximo cuatro de diciembre.
En declaraciones al servicio informativo Rainews24, el ministro para Asuntos Regionales y las Autonomías, Francesco Boccia, adelantó que “prudencia y atención” es la línea seguida por el gobierno basada en el criterio de salud ante todo.
El funcionario indicó que “para evitar la tercera ola (de la epidemia) debemos continuar en diciembre con el rigor y el distanciamiento social que debe prevalecer sobre cualquier exigencia”, en función de restablecer la seguridad del sistema sanitario para enlazarlo con la campaña de vacunación en la primavera.
En igual sentido se pronunció Massimo Galli, director del área de enfermedades infecciosas del hospital Luigi Sacco, de la ciudad de Milán, quien reconoció la importancia de la economía y el comercio en esta época del año, pero advirtió que la salud es lo más importante, incluso desde el punto de vista económico.
En todo el país rige un sistema de tres niveles para la aplicación progresiva de restricciones a la movilidad y actividades económicas a nivel de las regiones en dependencia de la situación epidemiológica de cada una.
Además, existen regulaciones nacionales de obligatorio cumplimiento en todos los territorios al margen de la ubicación en alguna de las escalas identificadas con los colores amarillo, naranja y rojo.
Según datos publicadas la víspera por el Ministerio de Salud, Italia acumula 54 mil 904 decesos con Covid-19, incluidos 541 ocurridos en las 24 horas precedentes, y un millón, 585 mil 178 casos confirmados, entre ellos 20 mil 648 nuevos.
Las estadísticas reflejan un descenso sostenido en el ritmo de crecimiento diario de ambos indicadores, con la consecuente disminución de la presión sobre el sistema hospitalario respecto a la ocupación de camas en salas de recuperación y terapia intensiva.
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