Atendiendo a que el país está ubicado en una zona de alta sismicidad y teniendo en cuenta las experiencias más recientes de los grandes terremotos que ocurrieron aquí, como el de 1986, el gobierno evalúa las edificaciones para evaluar el impacto de un fenómeno telúrico sobre ellas y las afectaciones contra la población.
Efectivamente como sistema nacional de Protección Civil estamos trabajando en cómo determinar y cómo evaluar cada una de las infraestructuras que tenemos, cuáles son las condiciones reales que tienen en función de la amenaza sísmica que tenemos, puntualizó Amaya.
El funcionario explicó que la entidad bajo su mando desarrolla un proceso que permite evaluar edificios y determinar si alguno debe ser demolido si no se ajusta a las normas de seguridad.
Una de las razones que tal vez llevan a los salvadoreños a tomar estas iniciativas radica en que en Türkiye, miles de edificaciones afectadas por los potentes terremotos de este mes no cumplían con los parámetros de construcción para enfrentar sismos de mucha magnitud.
oda/lb