En esa cita de alto nivel de los 55 estados que integran la organización regional líderes africanos pidieron el pasado fin de semana el alto al fuego y la retirada antes del 30 de marzo venidero de los grupos armados de zonas actualmente ocupadas en la RDC.
Una fuente de seguridad congoleña confirmó que en las últimas horas en la localidad de Kitshanga, al noroeste de la ciudad de Goma, hubo fuertes choques armados entre las fuerzas castrenses y el ente insurgente.
El grupo M-23, liderado por elementos de la etnia tutsis y que controla franjas de las provincias de Kivu Norte e Ituri, reinició sus ataques en el este de la RDC en noviembre de 2021, tras alegar que el gobierno de este país no cumplió con su promesa de integrar a sus combatientes en el Ejército nacional.
Según un informe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, recientes embestidas de grupos armados irregulares en Ituri provocaron la destrucción de unas mil 800 residencias y el desplazamiento de 50 mil residentes.
Mientras tanto, en Kivu del Norte unas 21 mil personas huyeron de sus casas hacia lugares seguros, de acuerdo con el reporte.
Kinshasa, que cuenta en este territorio con el respaldo de fuerzas pacificadoras de la ONU y de otros países, denunció que los insurgentes del M-23 tienen el apoyo de Ruanda, lo cual refuta ese vecino Estado, en medio de una acentuada crisis diplomática bilateral.
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