Así lo reiteró el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) Rogelio Ramírez, aunque admitió que para ello debe haber una participación conjunta del sector público y privado.
Muchas empresas están abandonando países en los que llevaban años asentadas, por encarecimiento de la mano de obra, conflictos militares o sociales, baja competitividad, entre otras causas, y emigran hacia lugares donde las condiciones les son más favorables.
Ese fenómeno de relocalización de las cadenas de suministro es conocido en el argot empresarial como nearshoring, y el criterio del gobierno de México es que tiene condiciones de inversión y mano de obra para asumirlas, e incluso mediante una redistribución geográfica que le permita atender de esa manera a regiones con menores índices de empleo o de desarrollo.
Al respecto Ramírez estimó que si las empresas pueden introducir fácil y eficientemente sus productos y los pueden sacar de igual manera del país, habrá más inversión en México.
Desde el gobierno y de la banca de desarrollo, agregó, la visión es aprovechar esas circunstancias, cuyo éxito tendrá un impacto en el país en procesos por venir de relocalización y reindustrialización.
Aclaró que todo va a depender de que lo hagamos en conjunto, como sector público, con una visión única de emisión, así como con la participación del sector privado.
Ramírez de la O destacó que el país ya tiene a la mano el nearshoring, que es la relocalización de cadenas de suministro en México, la cual viene dictada por un fenómeno único en la historia.
Es decir, la inversión no sigue al ahorro, es el ahorro el que sigue a la inversión. Los bancos juegan un papel preponderante en la inversión de infraestructura y servicios públicos competitivos para esos inversionistas, y eso permitirá poder seguir viendo a México como una opción válida por sí misma en su localización, destacó.
Añadió que en el 2022, aún con un incierto entorno internacional, México creció 3,0 por ciento real y este 2023 se tienen muy buenas perspectivas para acercarse a la tasa de crecimiento del año pasado, salvo que haya una guerra o una gran recesión global.
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