Un empleado del servicio de auxilio murió el 12 de mayo, cuando delincuentes dispararon contra su vehículo claramente identificado.
Ese transporte formaba parte de un equipo de organizaciones no gubernamentales internacionales y personal sanitario del gobierno sursudanés que viajaba hacia un centro de salud.
Según el comunicado emitido por el funcionario, el equipo de asistencia marchaba de Chukudum a Kapoeta en el condado Budi, un área afectada este año por ataques en su red vial.
‘Estoy consternado por este acto de violencia y envío mi más sentido pésame a la familia y compañeros del fallecido. Las carreteras son una conexión vital entre las organizaciones humanitarias y las comunidades necesitadas, y debemos poder movernos con seguridad por todo el país sin miedo’, afirmó Noudéhou.
También en esa línea el coordinador llamó al gobierno de Juba a fortalecer la aplicación de la ley en las carreteras; en 2020, nueve trabajadores humanitarios perecieron en ataques en Sudán del Sur.
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