En el aeropuerto de Düsseldorf, fueron cancelados 198 salidas de aviones, mientras otras 21 naves aéreas fueron redirigidas a otras terminales y a siete les pospusieron el vuelo para el martes próximo, señaló la radio capitalina.
La paralización de actividades la organizaron los sindicatos Verdi y Komba, para también demandar la mejora de las condiciones de trabajo de ese sector, en medio de una tensa situación socioeconómica, causada, sobre todo, por el aumento de las tarifas de los energéticos.
Medios de prensa consideran que ello está relacionado con la posición asumida por Berlín, primero de aplicar regulaciones para evitar el uso de combustibles fósiles, algo que pareció prematuro, y luego las sanciones aplicadas a Rusia, incluido para la compra de gas y petróleo a ese país.
Aunque los especialistas afirman lo contrario, el canciller federal alemán, Olaf Scholz, se mostró optimista y convencido de que su país de ninguna forma entrará en recesión en 2023.
Los pronósticos de los especialistas hablan de una contracción económica de esta nación en el presente año, luego de registrarse un crecimiento del 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto en 2022, indicó la cadena de televisión Deutsche Welle.
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