Hay un ambiente de trabajo, de honestidad y cooperación, afirmó Grossi en conferencia de prensa tras reunirse aquí con autoridades locales relacionados con el programa nuclear de la nación persa.
A inicios de esta semana, el OIEA notificó que en la planta nuclear subterránea de Fordo se encontraron partículas de uranio enriquecidas hasta el 83,7 por ciento, cercano al 90 por ciento de pureza necesario para fabricar un arma atómica.
En la propia rueda de prensa, el jefe del programa nuclear de Irán, Mohammad Eslami, admitió las conclusiones del informe del OIEA, pero aclaró que aquella cota solo es un efecto secundario momentáneo de los esfuerzos por alcanzar un producto con un 60 por ciento de pureza final.
Eso no equivale a un enriquecimiento del 84 por ciento. La ambigüedad de las conclusiones (del OIEA) se ha resuelto.
El acuerdo alcanzado en 2015 por Teherán y las potencias nucleares limitó la capacidad de enriquecimiento de Irán al suficiente para alimentar una central nuclear. Estados Unidos abandonó unilateralmente el pacto en 2018 y los recientes esfuerzos para retomarlo están estancados desde hace casi un año.
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